Hace más de dos décadas que “el Tigre verde” desapareció. La especulación inmobiliaria y la complicidad de la política corrupta son el caldo de cultivo perfecto para la destrucción sistemática de los últimos humedales continentales del distrito.
Lo vi, no me lo contaron. Desde los primeros countries en los años ochenta hasta la demolición de la fábrica que dio origen a Villa La Ñata, vi como miles de hectáreas de pura vida fueron tapadas por toneladas de tosca. Vi la migración de decenas de especies animales a lugares cada vez más reducidos. Pero sobre todo, veo y experimento cómo se destruyen identidades, modos de vida, calidad de vida de personas que nacimos y aprendimos a convivir con y en el humedal.
Nordelta es el símbolo de “progreso” violento y ecocida. Eidico representa la evidencia de que el dinero y la soberbia todo lo compran y lo corrompen. Aunque como siempre, y por suerte, hay pequeños focos de resistencia.
Brindo por esas resistencias, de seres HUMANOS, que nunca se rinden.
Villa La Ñata, Tigre
2007/2023
Nota: este proyecto fue realizado íntegramente con teléfonos celulares de diversas épocas y calidades.